No existe una receta para crear la fórmula perfecta. No hay un paso a paso en los libros de formulación que explique cómo crear el mejor producto cosmético.
Quizás, esto suceda por dos cosas:
- Por un lado, porque la perfección (por más absoluta que parezca) es siempre subjetiva y el concepto de “producto perfecto” está en permanente evolución.
- Por el otro, porque detrás de una fórmula hay un montón de ciencia y otro tanto de creatividad (y ninguna de las dos es amante de las instrucciones talladas en piedra).
Dicho de otro modo, no existen las fórmulas mágicas pero sí es factible crear productos con el mayor grado de consciencia posible. ¿Cómo? Explorando nuestro sentido crítico al máximo, desconfiando de las verdades absolutas, siendo compañeros en los cuestionamientos y exploradores de las dudas.
La formulación consciente es el corazón de The Chemist Look. Desde aquí, hoy trabajamos 3 grandes ejes:
- Efectividad: nos obsesiona la efectividad de nuestros productos: queremos que la piel refleje resultados. Para eso, elegimos activos de eficacia comprobada y les brindamos el entorno químico adecuado que garantice su acción. Creamos fórmulas sinérgicas que potencian los beneficios de cada ingrediente en la piel.
- Biocompatibilidad: cuidar y respetar la salud de la piel es nuestra misión. Incorporamos ingredientes biocompatibles y de máxima calidad, que respetan la integridad de la piel y minimizan el potencial de irritación de nuestras fórmulas. Porque entendemos que un producto debe ser, ante todo, gentil con la piel.
- Sustentabilidad: queremos ser parte de una forma de consumo más sustentable. Somos cada día más conscientes de nuestra responsabilidad con el cuidado del medio ambiente. Tenemos muchos desafíos por delante y aguardan por nosotros múltiples aprendizajes. Estamos comprometidos a atravesarlos responsablemente.
Pero debemos advertir algo: si el corazón de lo que hacemos se llama "Formulación consciente", nuestro espíritu lleva el nombre de "Siempre en beta":
Nuestros productos están en permanente evolución, y nuestros valores también (porque la consciencia es un universo en permanente expansión).
No existen fórmulas mágicas, sí conscientes. ¿Nuestra tarea? Crearlas.
The Chemist Look