Desde hace tiempo, vengo palpitando un cambio en la industria cosmética, como si estuviéramos en un punto de inflexión en el estudio del envejecimiento. Como fundadora de una marca de cosmética de vanguardia, no puedo evitar empezar a pensar productos con un nuevo mindset: nuevas líneas de desarrollo e investigación y nuevas fuentes de inspiración. Por eso, decidí comenzar a compartir algunos insights y reflexiones de este mundo científico que considero interesantes y que forman parte del detrás de escena de nuestro trabajo e investigación.
Envejecemos, claro está. Pero, ¿qué es envejecer? ¿Qué pasa a nivel celular durante este proceso? ¿Es inevitable?
David Sinclair, biólogo especializado en envejecimiento y epigenética, propone la "Teoría de la Información del Envejecimiento". A diferencia de la teoría dominante, sostiene que el envejecimiento no es simplemente el paso del tiempo o la acumulación de mutaciones genéticas (daño al ADN) que con el tiempo implican el mal funcionamiento de los órganos. Según él, envejecer es la pérdida de instrucciones críticas que las células necesitan para funcionar correctamente. Es decir, que estén “encendidos” los genes necesarios y “apagados” los que no necesitamos.
SCIENCE FACT: Cada célula en un organismo tiene básicamente el mismo ADN y es el encendido y apagado de genes particulares lo que diferencia una célula nerviosa, de una célula muscular, de una de la piel. Este interruptor es la epigenética y modula la expresión de los genes y, con eso, la actividad y funciones de nuestras células.
Esta nueva teoría sugiere que son los cambios epigenéticos los principales responsables del envejecimiento y que, afortunadamente, podemos reprogramar este interruptor para que las células recuperen información crucial y propia de células más jóvenes. Este es el cambio de paradigma: el envejecimiento podría ser revertido.
¿Qué implican estos cambios de paradigmas? ¿Cómo deberíamos empezar a pensar en el envejecimiento de la piel y su abordaje?
De nuestro lado, más allá de lo apasionante que nos resulta lo que está sucediendo, y el potencial del que se habla a nivel salud y medicina, no podemos evitar pensar en la industria de la cual formamos parte y nos apasiona.
En el caso del envejecimiento de la piel, pensemos en un fibroblasto, la célula responsable de la síntesis de colágeno. Hoy en día, cuando el colágeno disminuye, nos enfocamos en aumentar la actividad del fibroblasto (lo bioestimulamos por ejemplo en Collagene), pero no tenemos un enfoque epigenético. Sin embargo, basándonos en la Teoría de la Información, podríamos evolucionar hacia la reprogramación del epigenoma de los fibroblastos: corregir el epigenoma para que los fibroblastos senescentes lean correctamente el ADN y funcionen de manera óptima.
Sin duda, esta nueva mirada sobre el envejecimiento nos abre una ventana hacia un futuro en el que no solo comprenderemos mejor los mecanismos subyacentes del envejecimiento, sino que también nos puede brindar herramientas para mejorar la calidad de vida, prolongar la juventud y combatir enfermedades asociadas. Por eso, es importante seguir profundizando en el conocimiento científico, fomentar la colaboración entre disciplinas y mantener una mente abierta a las nuevas posibilidades que la ciencia nos ofrece.
Florencia Jinchuk. Lic. Química. M.S Ciencias Cosméticas.
Ana Rovetta. Dra. en Química Biológica.
I+D The Chemist Look